13 de marzo de 2012

Cambios

Las personas cambian, veces para bien y veces para mal, pero cambian. Y tenemos que acostumbrarnos a esos cambios para que las personas no se nos vayan de nuestro lado, el problema es que muchas veces no nos da tiempo o no nos quieren dar tiempo.
Cuando alguien muy cercano a nosotros cambia, tenemos miedo a que se aleje y por eso también cambiamos un poco nosotros.
A mí no me gustan los cambios, porque normalmente, no me da tiempo a evitar que se vayan. Le suelo coger mucho aprecio a las personas y no me gusta que después se alejen de mí. Voy a ser sincera: soy egoísta, pero decidme, ¿quién no? ¿Quién no quiere tener a alguien a su lado para toda la vida, que si cambia espere a que tu cambies?
Todos queremos a alguien así, muchos lo han conseguido y muchos continúan buscándolo...
Yo estoy en el segundo grupo pero no soy muy fuerte, y cada persona que se aleja, es un pedacito menos de mi. Lo bueno es que siempre hay alguien que cure tus heridas, aunque siempre queden cicatrices.
Hoy, quiero decirte que te vayas, que te alejes de mí si así eres feliz, pero como tú dices, cada persona es distinta, y yo te aseguro que no habrá otra como yo. No te echo en cara que te vayas, porque me importas. Sí, me importas, aunque para tí solo soy un nombre más, para mí eres algo mucho mayor. Eres una persona con la que he pasado buenos y malos momentos, en la que puedo confiar.
Sólo te pido una cosa: no me olvides. Conserva algo de mí, aunque sea una tontería. No borres estos maravillosos años que pasamos juntos. Te los regalo y, por favor, no los tires a la basura. No son perfectos, lo sé, pero tienen su magia.
Espero que esto no sea un adiós y sí un hasta luego. De todas formas, una cosa está clara:
Te echaré de menos...

2 comentarios: