En nuestra sociedad, la imaginación se está perdiendo por momentos y todos nuestros sueños los olvidamos en el pasado.
Pues no, eso está mal. Deberíamos volver a ser niños por un día, ver las cosas como ellos las ven, no tener preocupaciones, contar con un millón de amigos para jugar y soñar a lo grande. Sí, soñar.
Cuando somos pequeños soñamos con ser princesas y que un apuesto príncipe nos rescate de la torre y, a medida que vamos creciendo, eso nos va pareciendo una niñatez. Y sí, tal vez lo sea pero por soñar no se pierde nada.Otros, también sueñan con ser astronautas o grandes científicos, y lo dejamos aparcado en el baúl de los recuerdos. ¿Por qué? Porque nos parece imposible, muy complicado. Y yo digo, ¿por qué no? ¿Por qué no tomamos el camino difícil pero con un final digno? Pues unos, porque son vagos y otros, porque tienen amigos vagos que les convencen para que no lo hagan. Pues yo tengo una solución: vive tu vida sin pensar en lo fácil o lo difícil, el qué dirán y el miedo de no conseguir lo que te propones. Piensa en lo que quieres tú mismo, no lo que quieren de tí los demás. Sé tú mismo y toma tu camino y, sobretodo, nunca dejes de soñar.
